¿Cómo vas a dirigir a tu equipo?

En este artículo nos adentraremos en el concepto de Clima Motivacional; las acciones y elecciones que todo entrenador debe tener en cuenta para mejorar la motivación de sus jugadores y su bienestar en el entrenamiento.

MAF

3/6/20235 min leer

"¿Cómo vas a dirigir a tu equipo?"

Steve Kerr, entrenador principal de los Golden State Warriors y el equipo nacional de los Estados Unidos, ha compartido que durante su transición hacia la dirección técnica, tuvo un encuentro crucial con Pete Carroll, ex-entrenador principal de los Seattle Seahawks y uno de los mejores en la historia de la NFL. Esta pregunta de Carroll fue sorprendente y dejó a Kerr reflexionando. En lugar de indagar sobre aspectos tácticos (incluso desestimándolas en tono de broma), Carroll estaba interesado en algo más profundo: cómo se sentirían los jugadores durante la práctica, qué ambiente envolvería el centro de entrenamiento. Kerr, inicialmente centrado en tácticas, no había contemplado previamente estos aspectos, pero pronto se dio cuenta de su papel vital dentro de un equipo. Ahora, adentrémonos en el concepto de la "vibra" de los entrenamientos, al que Carroll aludió.

Como humanos, nuestra pasión por el deporte es intrínseca. Participar en actividades físicas nos conecta con nuestros cuerpos, fomenta relaciones y nutre nuestro bienestar mental y físico. Las experiencias tempranas en el deporte moldean nuestras preferencias, nos guían hacia la especialización y orientan nuestros caminos futuros. Ya sea a través de clubes, academias o entrenamiento uno a uno, aprendemos de mentores que inspiran nuestro compromiso con deportes específicos. Estos encuentros fundamentales influyen en nuestros lazos emocionales con el deporte, llevando a la formación de vínculos con equipos y compañeros.

Las personas dentro de estos entornos deportivos, ya sean entrenadores, compañeros de equipo o pares, tienen una influencia sustancial en nuestras experiencias, alimentando nuestro disfrute, motivación y satisfacción dentro de un deporte en particular. Todos recordamos a ese entrenador o compañero de equipo, ese maestro o compañero de clase singular, que convirtió una práctica ordinaria en un evento memorable. A veces, esta experiencia nos orienta hacia la dedicación a un deporte o carrera en particular. La "vibra", la atmósfera emocional, juega un papel crucial en la formación de nuestras percepciones. Pero, ¿cuáles son estas interacciones y el entorno de práctica que hacen que ciertas experiencias deportivas destaquen e inspiren a las personas a profundizar en disciplinas específicas?

Mucho se puede responder con el concepto de Clima Motivacional. El clima motivacional sirve como una llave para desentrañar las complejidades de nuestros encuentros deportivos. Este concepto explora cómo manipular el entorno va más allá de motivar a los jugadores; afecta su compromiso, relaciones, progreso y, en última instancia, sus sentimientos hacia un cierto deporte y su práctica.

Para los entrenadores, entender y dar forma al clima motivacional tiene un poder tremendo. Su influencia dentro del entorno de entrenamiento es enorme; sus métodos de enseñanza, enfoque y las características del entrenamiento necesitan una cuidadosa consideración. En esencia, al esculpir la vibra del entrenamiento, los entrenadores pueden impactar significativamente en todos los aspectos mencionados anteriormente, dejando una marca indeleble en las experiencias de los jugadores. Esta capacidad para dar forma al ambiente puede transformar cómo los jugadores, independientemente de su nivel, se conecten tanto con su equipo como con el deporte mismo.

Sin embargo, modificar el clima motivacional es una tarea delicada. Los entrenadores, aunque influyentes, no son los únicos contribuyentes al clima; las acciones de los compañeros de equipo también tienen un gran peso, a veces incluso más. Además, la complejidad del clima motivational radica en la percepción que los jugadores tienen; cómo perciben las acciones tomadas para dar forma al entorno es más importante que las acciones mismas. Por lo tanto, los entrenadores y compañeros de equipo pueden esforzarse por realizar acciones que fomenten un clima positivo, pero predecir cómo se percibirán estas acciones continuará siendo un desafío. Incluso de esta forma, no todo está perdido; aunque el éxito no está garantizado, ciertas acciones pueden aumentar la probabilidad de que los jugadores perciban el clima como empoderador.

¿Cómo pueden los entrenadores y compañeros de equipo (intentar) crear un clima empoderador?

Sin adentrarnos en detalles intrincados, dos teorías clave respaldan este concepto: la Teoría de Metas de Logro y la Teoría de la Autodeterminación. La primera alienta a guiar a los jugadores a enfocarse en su progreso individual, fomentando la autoconciencia y minimizando las comparaciones con otros. Este enfoque fomenta el crecimiento personal y la camaradería, al tiempo que reduce los conflictos.

Por otro lado, elementos perjudiciales incluyen comparaciones entre jugadores y el tratamiento desigual. Además, los climas en los que se ridiculizan o castigan los errores contribuyen a una atmósfera desempoderadora.

La segunda teoría destaca el cumplimiento de las necesidades psicológicas — autonomía, competencia y relacionamiento — como clave para establecer un clima empoderador. La autonomía se refiere a la percepción de un individuo sobre su influencia en los éxitos obtenidos; la competencia se relaciona con la ejecución efectiva de tareas; y el relacionamiento abarca la sensación de seguridad y conexión con otros significativos en el entorno.

Como entrenadores y compañeros de equipo, ¿cómo podemos promover un clima empoderador en relación con estas necesidades? Permitir la participación de los jugadores en decisiones de entrenamiento y equipo es crucial. Las oportunidades de participación empoderan a los individuos. En cuanto a la competencia, adaptar los ejercicios a las necesidades individuales y ofrecer retroalimentación constructiva motiva a los jugadores a sobresalir. Por último, promover el ser abierto, tener actitudes no críticas y fomentar tanto las relaciones entre entrenador-atleta como entre los propios atletas son beneficiosos para todos los involucrados.

En esencia, un clima empoderador fomenta la evaluación autorreferencial, donde los jugadores toman las riendas de su crecimiento, se desafía a los jugadores según sus habilidades individuales y se promueve el desarrollo colaborativo.

Entonces, ¿cómo desarrolló Kerr finalmente la respuesta a la primera pregunta y estableció su clima motivacional en los Warriors? En la entrevista, Kerr compartió sus valores como entrenador: competitividad, mindfulness, compasión y alegría. Aunque, lamentablemente, no puedo afirmar conocer a Kerr personalmente, podemos especular sobre sus intenciones. La competitividad podría malinterpretarse como rivalidad entre pares, pero podría referirse igualmente a la auto-competencia, el viaje personal de un individuo hacia la excelencia.

El mindfulness resuena con la práctica deliberada y mantener una actitud más calmada y menos reactiva, mejorando el relacionamiento. La compasión, reflejo de la competencia y relación, fomenta el apoyo frente a los errores y la retroalimentación constructiva. También fomenta un sentido de unidad donde los jugadores comparten desafíos personales.

La alegría, como la describe Kerr, abarca el humor y la celebración. Une al equipo, fomentando conexiones y evocando una atmósfera positiva.

En conclusión, manipular el clima requiere un enfoque matizado. La pregunta de Carroll, "¿Cómo los vas a dirigir?", resuena como una consideración crucial. Áreas clave a contemplar incluyen la retroalimentación, el estilo de liderazgo, el contenido y la ejecución de los entrenamientos, y las relaciones interpersonales. Un enfoque holístico garantiza un clima empoderador, maximizando las experiencias de los jugadores.

Mi esperanza con este artículo fue presentar el concepto de clima motivacional y ofrecer algunas ideas sobre sus componentes. Aunque solo representa una introducción al concepto, espero que los lleve a reflexionar sobre sus acciones y experiencias en sus entornos deportivos y explorar este concepto en mayor profundidad. En un artículo futuro profundizaré en las áreas clave mencionadas anteriormente, explorando acciones específicas que los entrenadores y los jugadores pueden tomar para influir, mejorando o dificultando el clima motivacional del equipo. Al ofrecer herramientas prácticas, espero que puedan comprender este concepto clave y mejorar las experiencias de todos los involucrados en sus entornos deportivos.