Establecimiento de Metas
¿Quieres mejorar tus procesos tomando las riendas de tu camino? En este artículo te explico cómo utilizar el establecimiento de metas para mejorar tu motivación en ajedrez y deporte en general.
MAF
6/28/20247 min leer

¿Alguna vez te has preguntado cómo alcanzar lo que te propones? ¿Cuál sería el mejor camino para lograrlo? ¿Cómo mantenerte enfocado en el paso a paso necesario para llevarte allí? Hoy intentaré brindarte algunas herramientas para responder estas preguntas.
Aprender la Siciliana, ganarle a aquel rival, o aumentar 20 puntos de ELO son todos objetivos que solemos plantearnos y nos generan motivación. La motivación tiene este importante rol de movilización de la voluntad, dirigir nuestra energía y atención hacia cierto lugar, y de esta forma, los objetivos representan los escalones o pasos para movernos.
Hoy en día se suele prestar mucha atención a cómo estos objetivos deben ser planteados y seguramente hayas escuchado hablar alguna vez del acrónimo ´SMART´ para ayudar con este proceso. Esta herramienta propone que los objetivos planteados deben ser específicos (Specific), medibles (Measurable), alcanzables (Achievable), relevantes (Relevant) y limitados en el tiempo (Time-bound). Sin embargo, puede que aún sabiendo esto, luego de plantearte objetivos te quede la pregunta: “¿y ahora? ¿Cómo hago para alcanzarlos?”
"Un objetivo sin un plan es sólo un deseo". - Antoine de Saint-Exupéry
Por lo tanto, centrémonos en cómo facilitar el proceso de establecimiento de objetivos de forma que resulte claro y nos ayude en el proceso de lograr lo que buscamos.
El acrónimo SMART, por más que sea muy útil, no plantea nada respecto al tipo de objetivo que nos planteamos, y es aquí donde es necesario otra herramienta. Todos los ejemplos mencionados al principio tienen en común que son el resultado de un evento; son meramente el fin de lo que queremos lograr. Por lo tanto, estos objetivos son denominados objetivos de resultado. Sin embargo, aparte de no mostrarnos casi nada respecto al camino, otro inconveniente surge: ¿Están enteramente en nuestro control lograrlos? ¿Sentimos confianza de poder alcanzarlos?
Pongamos el ejemplo de aumentar 20 puntos de ELO en el próximo torneo. Lograr este objetivo, como bien sabemos, dependerá de los resultados que obtengamos en nuestras partidas, donde competimos contra otros jugadores. Por este motivo, no podemos controlar el resultado, ya que únicamente podemos controlar cómo jugaremos nosotros, pero no nuestro rival. Debido a esto y a que un objetivo descontextualizado, sin un plan, queda en un simple deseo, es que nuestra confianza en lograrlo disminuye. Al tener poco control y poca confianza en relación a los objetivos de resultado es que precisamos de otro tipo de objetivos que nos ayuden en el camino.
Es aquí donde surge lo que llamo coloquialmente un árbol de objetivos, que nos ayudará a arraigar nuestro objetivo de resultado deseado. Para ello, agregaremos objetivos de rendimiento y objetivos de proceso. Tomemos el ejemplo mencionado para comprender el procedimiento.
Empecemos por plantear objetivos de rendimiento para facilitar la visualización del árbol. Ten en consideración que tras aprender esta herramienta, podría resultarte más sencillo comenzar por los objetivos de proceso. Veremos ambas opciones para que lo evalúes. Los objetivos de rendimiento son producto del rendimiento en sí mismo, por lo que son relativamente independientes del resto. Veamos un ejemplo.
Gracias a los módulos de análisis, hoy en día existe una herramienta accesible para medir el rendimiento en el tablero de forma sencilla. Supongamos que utilizando la herramienta “Let’s Check analysis” tu nivel promedio es de 45. Por lo que podrías proponerte jugar a un nivel de 50 para aumentar el ELO objetivo.
Asimismo, en caso de ser un torneo un cerrado, podrías saber exactamente cuántos puntos serán necesarios para subir esos puntos de ELO al conocer los rivales, digamos 6 en 9. Entonces un plan de torneo posible sería intentar ganar tus 4 partidas de blancas y empatar las 4 de negras, con la posibilidad de perder una ronda para ser realistas. Como una alternativa más específica, podrías armar un plan buscando ciertos resultados según la fuerza de tus rivales. Por más que no sea enteramente de tu control, un objetivo de este tipo ya brinda una intención de juego propia más controlable, un plan de torneo.
Sin embargo, como hemos visto, puede que algunos de estos objetivos no sean aún enteramente de tu control. Por lo tanto, adentrémonos un poco más, ¿qué acciones específicas tomarías para lograr esos 6 puntos? En esto se basan los objetivos de proceso.
Conociendo tu juego, ¿qué acciones crees necesarias para jugar a un buen nivel que permita el resultado deseado? ¿Qué deberías tener presente durante el torneo para lograrlo? Los objetivos de proceso, son justamente, los procesos en los que te estarás enfocando durante el rendimiento. Considera elementos no sólo en relación a la técnica en ajedrez, el rendimiento también se basa en elementos físicos, psicológicos, incluso sociales.
Sigamos con nuestro ejemplo. Al tener un plan de torneo planteado en los objetivos de rendimiento, un objetivo de proceso que surge es “seguir con mi plan de torneo”. Por más simple que parezca, tenerlo apuntado puede ayudarte en caso de aparecer inconvenientes que te quiten el foco de este plan. Por otro lado, aquí es dónde comienza el entretejido del árbol de objetivos. Un objetivo de rendimiento tiene su objetivo de proceso relacionado.
Ahora planteemos un objetivo de índole psicológico. En caso que suelas tener un alto nivel de ansiedad previo a las rondas, podrías plantearte “Tener un buen manejo de los nervios previo a la ronda”. Puedes lograrlo mediante alguna meditación o simplemente con respiraciones controladas en diversos momentos del día previo a la partida. Pero esto ya es material para otro artículo.
Tras colocar el objetivo en su debida columna, vayamos un paso más allá. Conociendo esta debilidad en tu juego y queriendo tener mejor manejo de la ansiedad ¿qué objetivo de rendimiento te plantearías? ¿Cómo lo pensarías desde un punto de vista numérico?
Por ejemplo, podrías plantearte llegar en 7 de las 9 rondas más tranquilo de lo habitual. Sería un objetivo alcanzable pero desafiante al mismo tiempo. También podrías pensar un objetivo más práctico, como realizar 2 sesiones de relajación previo a la ronda. Por lo tanto, el objetivo de proceso de “Tener un buen manejo de los nervios previo a la ronda” tendrá dos objetivos de rendimiento relacionados: “Llegar en 7 de 9 rondas más tranquilo de lo usual” y “Realizar 2 sesiones de relajación previo a la ronda”.
Sintetizando, aquí vemos cómo también ocurre el proceso inverso: el objetivo de proceso genera objetivos de rendimiento relacionados. Como habíamos mencionado, en el entretejido del árbol de objetivos, ambos caminos son posibles y facilitan la tarea de establecer objetivos, cómo realizarlo es decisión tuya.
De esta forma se pueden seguir colocando objetivos que sean pertinentes para obtener tu rendimiento deseado en el torneo. En relación al ajedrez podrías pensar en “jugar aperturas más agresivas” o “tener un mejor manejo del tiempo”. En el ámbito físico puedes considerar objetivos respecto al descanso, el ejercicio o la nutrición. Por último, en el ámbito psicológico tienes la concentración, el autodiálogo, o la confianza como algunas alternativas.
Por último, en el árbol de objetivos no es necesario que todos los objetivos estén relacionados a otra columna. Así como tienes el objetivo de rendimiento independiente del ‘Let’s Check Analysis’ podrías establecer también un objetivo de proceso independiente como “Mantener enfoque y confianza a pesar de una derrota inesperada.”
Aquí lo tienen, el árbol de objetivos para el próximo torneo. Ahora vemos cómo la idea inicial de “aumentar 20 puntos de ELO en el próximo torneo” tiene pasos más claros para lograrlo. Ya no es una idea suelta si no que una serie de objetivos y acciones en las que enfocarse para tener una mayor probabilidad de suceso.
Una última pregunta en relación a los objetivos: ¿qué te parece más factible “subir 20 puntos de ELO” o tener un plan para el torneo, una respuesta adaptativa ante derrotas y un buen manejo de la ansiedad?
Claramente puede parecer más tedioso realizar todos los objetivos de proceso propuestos, sin embargo, al depender únicamente de uno mismo, se tiene más control y confianza en poder lograrlos. Por lo tanto, las categorías de control y confianza sobre los objetivos se distribuyen de la siguiente forma:
A pesar de este hecho, es igualmente importante plantear objetivos de resultado. Ya que tu mayor motivación quizás provenga de esos 20 puntos de ELO planteados, y si los logras, te brinde mayor satisfacción que lograr los objetivos de proceso propuestos.
Sin excederse en la cantidad de objetivos planteados, he encontrado que un árbol más completo brinda un mayor sentimiento de preparación y confianza al jugador. Ya que al tener presente diversos ámbitos del rendimiento, uno disminuye los posibles contratiempos y la ansiedad. Utilizar los tres tipos de objetivos es clave ya que cada uno tiene sus positivos, y entrelazarlos, como ya hemos visto, los arraigan más en uno mismo y aumentan las posibilidades de cumplirlos.
Lamentablemente, este no es el fin de la historia, luego de proponer un árbol de objetivos se tendrá aún bastante por recorrer, decidiendo y desarrollando estrategias y herramientas para lograr cada uno de esos objetivos propuestos. Sin embargo, espero que este artículo les brinde una idea más clara de los distintos tipos de objetivos y les ayude en la etapa inicial del establecimiento de objetivos.















